Categorías
joyeria metales piedras

Tipos de engarce en joyeria

Existen garras de muchas formas y con diferentes tipos de puntas. Los engarces más comunes llegan a utilizar tres, seis o incluso ocho. Las puntas de las uñas deben ser redondeadas y lisas para disminuir las posibilidades de engancharlos en la ropa o en el cabello. Esta técnica se utiliza en muchas joyas clásicas y es común encontrarla en los anillos de compromiso solitarios.

Consiste en una banda de metal que rodea los lados de una piedra preciosa y se extiende ligeramente por encima de ella. Los antiguos biseles generalmente rodeaban toda la circunferencia de la piedra, pero los más modernos sólo rodean una parte. Este fue el primer método de ajuste de piedras preciosas en joyería y suele considerarse como el más seguro porque protege muy bien a la piedra del roce o de posibles golpes. Debido a esta característica, es muy recomendable para joyas de uso diario. Otra de las ventajas de esta técnica es que un bisel bien diseñado puede ser muy atractivo y agregarle valor a la pieza.

Por lo general, estos engarces son más caros ya que requieren más metal que otros. Además, el ajuste tiene que ser hecho a medida para adaptarse a las características de la piedra. Por otro lado, como el metal cubre ligeramente a la piedra, se puede ver afectada la luz que llega a la misma.

Se denomina engarce de carril a un tipo de engarce por el cual las piedras se ubican en línea, sostenidas por dos guías o canaletas, produciendo un interesante efecto visual. No tiene sujeciones intermedias y por su construcción es difícil que se afloje. Las piedras usadas con este tipo de engarce pueden ser redondas, cuadradas o rectangulares.

Engarce de grano

Es el engarce más utilizado para piedras pequeñas. Para realizar este tipo de engarce se hace un orificio con una mecha, en el cual asentará la piedra. Luego, se ensancha el agujero con una fresa del tamaño de la piedra para que la misma se ajuste perfectamente. Posteriormente, con un buril en forma de uña (inglete) se levanta un grano en cada vértice de la piedra o en forma de cruz para las piedras redondas, hasta que el metal levantado se recuesta levemente encima de la piedra, sujetándola.

Se llama “engarce de grano” porque los pequeños trozos de metal que sujetan las piedras dan la apariencia de pequeños granitos. Estos granos, además de sujetar a la piedra por la corona, tienen un uso decorativo ya que el engarzador puede hacer diferentes diseños distribuyéndolos uniformemente.

Este tipo de engarce suele decorarse con una herramienta conocida como “milgrif” o “milgrif”, que aporta textura al metal adyacente dando la sensación de estar rodeado por una hilera de pequeños granos. Esta práctica es muy común en las piezas de estilo antiguo y además de un recurso estético, resulta un buen método para disimular defectos en el engarce.

Engarce invisible

Este tipo de engarce es el más complejo de todos. Las piedras, de corte cuadrado, parecen “flotar” por encima de la pieza. Pero el hecho de que ningún metal sea visible no quiere decir que la piedra se pegue: la estructura metálica por debajo la sostiene firmemente.

De este modo, el montaje está completamente oculto y la gema parece no estar sostenida por nada. Una vez que las ranuras se cortan, las gemas se deslizan sobre rieles de metal para mantenerlas en su lugar. El principal objetivo es lograr un flujo continuo, un efecto de espejo.

Engarce pavé

Es parecido al engarzado en grano pero se diferencia en que los granos ajustan a más de una piedra. Se utiliza para cubrir grandes superficies de una joya con piedras pequeñas.

Para realizarlo se colocan las piedras en perforaciones previamente taladradas en el anillo. Luego, las mismas son colocadas en fila para llenar el espacio, buscando minimizar la visibilidad del metal y maximizar el brillo de las piedras. Después de que están situadas en su hueco, los pedacitos diminutos de metal de la superficie son empujados sobre el borde de la piedra.

Algo común con este tipo de engarce, es utilizar metal y piedras de un mismo color para aumentar la sensación de que la totalidad de la superficie está cubierta de piedras. Al haber muchas piedras pequeñas juntas y cerca de la superficie de la pieza, la joya parece haber sido “pavimentada” con piedras. De allí su nombre.

Este tipo de engarce suele utilizarse para joyas con diamantes y piedras facetadas y es especialmente popular en anillos y colgantes, aunque también puede utilizarse con piedras económicas como las circonitas. Exige un trabajo artesanal del engarzador que tiene que ser muy cuidadoso y debe lograr un perfecto equilibrio entre las piedras, colocando primero las más grandes y luego las más pequeñas, pero desde hace ya muchos años existen métodos para realizar este tipo de piezas de manera seriada.

Engarce de tensión

Con este tipo de engarce la piedra queda como “flotando” dentro de la banda del propio anillo. Como la piedra se sostiene por la presión ejercida por la fuerza del metal, se utilizan aleaciones con las propiedades necesarias para permitir mantener la gema en su lugar, ya que cualquier deformación o dilatación podría llevar a la pérdida de tensión en el engarce, con consecuencias indeseadas. El metal más utilizado para los anillos de tensión es de titanio debido a su fuerza natural y durabilidad, pero muchos joyeros también ofrecen diseños en platino, oro blanco, oro amarillo y acero inoxidable.

A diferencia de los engarces más típicos, en este caso la piedra se mantiene sólo a través de dos puntos de contacto (en el de garras por tres, cuatro o más). Se deben utilizar piedras duras y resistentes a la presión, como los diamantes y los zafiros. Además, sólo las gemas de alta calidad pueden ser seleccionadas para los diseños de este tipo ya que la piedra queda bien visible y no hay manera de disimular las imperfecciones. Sin embargo, en algunos casos este tipo de engarce puede ayudar a mejorar el color de una gema debido a la luminosidad que recibe la misma, proporcionándole mayor brillo

Categorías
piedras

el granate

Muchas personas consideran que el granate es una piedra preciosa. Sin embargo, ¿sabía que solo una parte del granate es apta para ese uso? La mayor parte del granate se extrae de las minas para aplicaciones industriales, debido a su naturaleza abrasiva. Se lo utiliza comúnmente en papel de lija, arenado y filtrado de agua.

El granate no es simplemente un mineral; el término «granate» se utiliza para describir un grupo de minerales de sílice con una dureza de aproximadamente 7 en la escala de Mohs. Entre los 6 más comunes, se incluyen:

  • Almandino, de color rojo o marrón
  • Piropo, de color rojo a morado
  • Espesartina, de color naranja a rojo o marrón
  • Andradita, de color verde, amarillo o negro
  • Grosularia, de color verde, amarillo, rojo, rosa o límpido
  • Uvarovita, de color verde

Entre los otros tipos de granate, se incluyen:

  • Calderita
  • Majorita
  • Goldmanita
  • Kimzeyita
  • Knorringita
  • Katoita
  • Morimotoíta
  • Schorlomita
  • Hibschita
  • Hidrogrosularia

Cada uno de estos tipos de granate tiene una composición química diferente que determina su color. Por ejemplo, los granates compuestos por calcio tienen un color más verde, mientras que los granates compuestos por aluminio, hierro o manganeso tienen un color más rojizo.

Estos son algunos otros datos de los granates que podrían sorprenderlo

Categorías
piedras

La rodocrosita – piedra nacional argentina

La rodocrosita o “rosa del inca” es la piedra nacional argentina. Un mineral de color rojizo, muy codiciado pero que no abunda en el mundo. Sin embargo, uno de los más importantes yacimientos se encuentra en Minas Capillitas, región montañosa del Valle de Andalgalá, Catatamarca.

Por su estructura y hermosa coloración rosada, es una de las más llamativas del mundo. Llegándose a denominarla «PIEDRA NACIONAL ARGENTINA», utilizándosela como piedra semi preciosa. Se presenta preferentemente en capas o costras de estructura bandeadas, con superposición de bandas rosadas de distintas tonalidades, de claras a oscuras, de textura fibrosa, y separadas entre si por un material blanco a blanco grisáceo (mezcla de carbonatos varios de Calcio, Magnesio, Hierro, y con una muy baja concentración de Manganeso). Estas bandas rosadas, son comúnmente onduladas o rectas, y a veces se presentan en forma mame molar. Son raros y muy buscados los cristales romboédricos chatos y perfectos de 3 a 5 milímetros de largo, de color rosado a rosado claro, los cuales suelen estar formando drusas. Es de destacar, también, la presentación en forma de estalactitas, en las cuales se observa las diferentes capas en forma fibro-radial y concéntrica. Una estalactita puede estar formada por varios centros de crecimiento, rectilíneos o curvos, de un desarrollo de hasta 30 cm y un diámetro de 2 a 8 cm y más.

La mineralización es de origen volcánico, y se localiza en una chimenea volcánica, compuesta de rolita, tobas y brechas y se encuentra en las SIERRAS CAPILLITAS, pertenecientes al Nevado de Aconquija, provincia de Catamarca, Argentina, a 3200 metros de altura sobre el nivel del mar.

DUREZA: 3,5 a 4, que la hace que adquiera un buen pulimento.

Expuesta al aire se cubre de una pátina oscura, por la oxidación del Manganeso. Ennegrece paulatinamente a medida que se calienta. Es insoluble en ácido clorhídrico frío (lo que la diferencia de la Calcita Rosa), pero en cambio es soluble en ácido clorhídrico caliente (que la diferencia de la Rodonita).

Categorías
piedras

la rodolita

La rodolita representa una variedad intermedia entre el Piropo y el Almandino, dos series de granate, con mayor inclinación hacia el Piropo. Las rodolitas de todo el mundo se caracterizan por un análisis químico que, además del sílice, incluye hierro, manganeso, cromo y vanadio.

Se ha comprobado que todos estos elementos pueden afectar el color de la piedra, el cual puede ser rojo violáceo claro u oscuro, púrpura rojizo, y todos los tonos distintos entre rojo y violeta.

Este mineral posee un sistema cristalino isométrico, su fractura es concoidal y la dureza es de 7 a 7,5 en la escala de Mohs. Es transparente a translúcida, y las piezas no tienen inclusiones visibles. Algunas rodolitas que se calientan a 600 °C pueden cambiar su color a marrón. Este proceso es irreversible.