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La joyeria en Grecia

Desde los primeros pobladores de Grecia se conoce el uso de joyas de oro y piedras preciosas. Los antiguos Griegos heredaron la tecnología de la joyería de los artesanos de la cultura Micénica, que vivieron en las islas de Creta, Thera, y en Anatolia del año 2700 al 1600 Antes de Cristo, hasta que desaparecieron, posiblemente por una erupción volcánica y los terremotos que le siguieron. Homero cuenta en la Ilíada el apogeo de Micenas, en ella narra como el rey Agamenón condujo un ejército griego contra la ciudad de Troya para rescatar a la bella Elena. En 1.871 el alemán Schliemann descubrió la antigua ciudad de Troya II (que no era la Troya de Homero) en Turquía, donde encontró un fabuloso tesoro con miles de joyas de oro y piedras preciosas, al que llamó ‘el Tesoro de Príamo’ de casi 9.000 gemas, que con la ayuda de su mujer Sophia Kastrommenos llevo a Grecia. Unas 1.500 de las joyas más valiosas del tesoro de Priamo, se guardaron en los sótanos del Museo de Berlín, al final de la segunda Guerra Mundial y fueron después trasladadas a Rusia. Heinrich Schliemann, en 1876 descubrió parte de la ciudad de Micenas y en ella, una joya única, la máscara fúnebre de oro sólido, conocida como la “máscara de Agamenon”. Los antiguos griegos apenas utilizaban la incrustación de piedras en su joyería y colgaban pequeños discos de oro perforados de los  vestidos y de las diademas. Desde los primeros pobladores de Grecia se conoce el uso de joyas de oro y piedras preciosas. Los antiguos Griegos heredaron la tecnología de la joyería de los artesanos de la cultura Micénica, que vivieron en las islas de Creta, Thera, y en Anatolia del año 2700 al 1600 Antes de Cristo, hasta que desaparecieron, posiblemente por una erupción volcánica y los terremotos que le siguieron. Homero cuenta en la Iliada el apogeo de Micénas, en ella narra como el rey Agamenon condujo un ejército griego contra la ciudad de Troya para rescatar a la bella Elena. En 1.871 el alemán Schliemann descubrió la antigua ciudad de Troya II (que no era la Troya de Homero) en Turquía, donde encontró un fabuloso tesoro con miles de joyas de oro y piedras preciosas, al que  llamó ‘el Tesoro de Príamo’ de casi 9.000 gemas, que con la ayuda de su mujer Sophia Kastrommenos llevo a Grecia. Unas 1.500 de las joyas más valiosas del tesoro de Priamo, se guardaron en los sótanos del Museo de Berlín, al final de la segunda Guerra Mundial y fueron después trasladadas a Rusia. Heinrich Schliemann, en 1876 descubrió parte de la ciudad de Micenas y en ella, una joya única, la máscara fúnebre de oro sólido, conocida como la “máscara de Agamenon”. Los antiguos griegos apenas utilizaban la incrustación de piedras en su joyería y colgaban pequeños discos de oro perforados de los vestidos y de las diademas.