En razón que hay una gran cantidad de factores que hacen diferentes a los diamantes, cada diamante es único. Los gemólogos han estudiado por años el arte y la ciencia de los diamantes, y con ello han generado tablas para poderlos valuar. Con la siguiente explicación usted conocerá un poco acerca de los diamantes y aprenderá a utilizar adecuadamente las tablas, para que compare y escoja su diamante. Quien pensaría que los diamantes, una de las piedras más hermosas y complejas están hechas de simple carbón, el mismo material que se usa para hacer las puntas de los lápices. Los diamantes se forman por el intenso calor y las fuertes presiones que se generan por millones de años en la profundidad de la tierra. El diamante es el material más duro de la tierra. Un diamante solamente puede ser cortado por otro diamante. La dureza de los diamantes, su capacidad de reflejar la luz, y otras más cualidades hacen que los diamantes puedan ser cortados en las hermosas gemas que son. Los diamantes de calidad para usarse en joyas son extraídos de diversas localidades, principalmente del Sur de África. Rusia, Australia y Brasil son otros lugares donde se encuentran estas piedras aunque en menor grado.
Los diamantes en su forma bruta aparentan ser cristales opacos con 8 lados. Más o menos un 60% del cristal original se pierde al hacer un corte para lograr un diamante con forma de Brillante. Creencias de los Diamantes.
Desde su descubrimiento los diamantes han estado rodeados de leyendas y mitos. Los caballeros medievales usaban un diamante sin cortar en su armadura con la creencia de que esta piedra los podría hacer invencibles, un mito sin duda originado por la gran dureza de estos cristales. Hay viejas leyendas de diamantes que podían revelar si alguien era inocente o culpable y diamantes que podían alejar a los demonios. Cuando se creó el mito que las gemas curaban enfermedades y mala suerte, el diamante se convirtió en la piedra que amplificaba el poder especifico de la gema que se utilizaba. Universalmente los diamantes se han asociado con la virtud, pureza, fuerza, riqueza y poder. Indiscutiblemente los diamantes siempre han sido el símbolo por excelencia del Amor, y por miles de años son dados en un anillo con la finalidad de que su misticidad asegure la fidelidad y fortalezca los lazos emocionales. Desde que el rey Francés Luis XIV dio a su prometida un esplendoroso anillo de Diamantes de Bastantes Quilates, se ha mantenido la tradición del anillo de diamante como símbolo de compromiso. En la actualidad los diamantes son el regalo predilecto para cualquier ocasión romántica. Hay algo muy importante que no se debe de olvidar dentro de la magia de los diamantes, y es que toda la magia y poderes de los diamantes se pierden si estos son comprados para uno mismo. Esta creencia es la que ha incrementado que se utilice el diamante para formalizar un compromiso entre una pareja, para que los poderes de esta bella gema acompañen a la bella novia. Como anteriormente se había mencionado cada diamante es único al igual que la persona que lo posee. Así como un diamante refleja la luz, también refleja la personalidad de la persona que lo lleva puesto. Por eso es la importancia de saber escoger un diamante, ya sea para uno mismo o para regalarlo. En la selección de un diamante se puede ver el conocimiento que una persona tiene de sí misma o de la persona amada a la que se le está regalando. Al regalar un diamante uno está haciendo un anuncio público sobre lo que uno expresa y siente por la persona amada a la que se le regalo esta joya, y la relación que uno lleva con esa persona, y dicho anuncio público se repite cada vez que alguien ve el diamante. Es por esto que para muchas mujeres existe tanto encanto por los regalos de joyería con diamantes, y por consecuencia existe tanta confusión en los hombres para escogerlos. A diferencia de los que algunos piensan, lo más importante en la selección de un diamante tiene poco que ver con el precio de esta joya, y mucho que ver con la riqueza de la relación con la persona a la que se le quiere regalar. Es por eso la importancia en la selección del diamante que sea perfecto para la persona amada, y claro, que este a un precio razonable. Una regla de etiqueta dice que un diamante de compromiso debe de costarle a la persona que lo regala al menos dos meses de salario, esto es un símbolo ya que la persona que lo regala demuestra el sacrificio que está haciendo por la persona que ama. Los diamantes son calificados y valuados por un sistema que juzga su color, claridad, corte, y peso en quilates. Estos criterios para valuarlos son comúnmente llamados las 4 C’s de los diamantes. Los diamantes con una extremada calidad, mínimas imperfecciones, y buen tamaño son a menudo vendidos como “Diamantes Certificados” y siempre vienen acompañados de un certificado que prueba el valor del diamante. Dicho certificado es avalado mundialmente por expertos gemólogos, que previamente hicieron el estudio de las 4´Cs del diamante para determinar su valor. También los diamantes que no están certificados pueden ser calificados y valuados por el sistema de las 4 C´s para ayudar a determinar su costo. A pesar de que se necesita un muy buen entrenado ojo para poder ver las cualidades de los diamantes que vamos a describir, con la siguiente explicación usted se dará una idea general de lo que significa cada una de las 4C´s y así poder hacer una mejor selección de este. A simple vista la mayoría de los diamantes parecen ser incoloros, pero en realidad tienen ligeros tonos de color, los más comunes son amarillos y cafés. Mientras más se acerca un diamante a la ausencia de color más valioso es el diamante. El color o la ausencia de color de los diamantes se debe a pequeños residuos de nitrógeno, boro, y otras partículas que puede contener el diamante en su interior, estos minerales se mezclaron con el carbón al momento de la cristalización. Los diamantes por su color son valuados en una escala de la D (incoloro) a la Z(color muy fuerte). Solamente un gemólogo muy capacitado puede detectar alguna partícula de color con diamantes entre el rango E y F, y el color en diamantes hasta el rango J es virtualmente imperceptible cuando se encuentra montado en un anillo o pieza de joyería. No hay que olvidar que el color es una de las cuatro C´s, así que un diamante con un color visible, como uno del rango K o mayor, puede ser valioso si tiene una buena claridad, y un buen corte. También es muy importante saber que es como es montado el diamante en una pieza de joyería puede ayudar o empeorar la percepción del diamante, sería prácticamente un crimen poner un diamante realmente incoloro en una montadura de oro amarillo, debido a que lo amarillo del oro se vería reflejado en el diamante y no se podría apreciar su verdadero esplendor y perfección. Por otro lado, un diamante con ligeros tonos amarillos podría verse blanco en una montadura de oro amarillo. No hay que olvidar que el color es una de las cuatro C´s, así que un diamante con un color visible, como uno del rango K o mayor, puede ser valioso si tiene una buena claridad, y un buen corte. Aunque la ausencia de color es muy rara y cotizada, un diamante con un color fuerte es todavía más raro y por consecuencia mucho mas cotizado. El diamante Azul o diamante Hope es un claro ejemplo de lo incomparable que puede ser un diamante de estos. Los colores que estas raras piezas de diamantes pueden tener son rojos, azules, verdes, violetas, negros, rosas y amarillos, aunque hay la posibilidad de que pudiera haber de otros colores. Los diamantes de color con los colores muy vividos son muy raros y se venden por quilate mucho más caro que un diamante blanco. Tabla que se usa para valuar la claridad de un diamante por el Instituto Americano de Gemología, Es muy común que los diamantes tengan pequeñas imperfecciones. Estas imperfecciones son comúnmente llamadas “inclusiones” y pueden ser de muy diversas formas, colores, y tamaños. Las más comunes son los puntos o las grietas. Entre menos inclusiones tenga un diamante su valor aumenta considerablemente, debido a que es más raro y a que refleja mejor la luz. La valuación de un diamante por su claridad está determinada por el número, tamaño, tipo y localización de las inclusiones. Un diamante con pequeñas inclusiones localizadas en su orilla es más valioso que uno que tenga inclusiones en su centro, debido a que las inclusiones en los extremos generalmente son tapadas por la montadura y no afecta la claridad del diamante. Un diamante con una grieta que vaya de la superficie al interior es mucho más barato que uno que tenga una grieta superficial, debido a que el primero podría romperse con un mal golpe que se le dé. En la mayoría de los casos los diamantes utilizados en la joyería son limpios a simple vista. En un diamante certificado la localización de las inclusiones vienen señaladas en el certificado y se usan como una huella digital para identificar esta bella piedra!!!
El corte de un diamante no es simplemente la forma que se le dio al diamante sino también la calidad y perfección con la que se realizó el corte. Un diamante perfectamente cortado deberá tener una simetría matemática exacta de sus caras para poder maximizar el grado máximo de reflexión de la luz. Debido a que lo esplendoroso de un diamante depende mucho de la brillantez que tiene un diamante perfectamente cortado tiene una mayor valuación. La información del corte del diamante debe de venir en el certificado del diamante, si este es uno de estos. Aunque el corte más común es el de tipo circular brillante, con sus diferentes cantidades de caras (58, 144, 200), también existen otros cortes como la pera, corazón, esmeralda, ovalo, marquesa, y princesa. El quilate es una medida de peso que se utiliza para describir el peso de las piedras preciosas, y el diamante es una de ellas. Desde 1913 el estándar internacional de un quilate es igual a 200 miligramos o .2gramos. Comúnmente para evita decimales se utilizan puntos y un quilate es igual a 100 puntos por lo que un brillante con 100 puntos es de un quilate y pesa .2 gramos o 200 miligramos. En las piezas de joyería con más de un diamante, los quilates son descritos en peso total en quilates (TW), que es la suma total de todos los quilates de los diamantes que se encuentran en la joya Los tamaños de los diamantes pueden ser de muy variados, desde fracciones de quilates hasta varios quilates completos. Dado que los diamantes grandes son raros y escasos, el precio de estos incrementa más rápido que el incremento en su tamaño. Es por eso que un diamante de 2 quilates vale mucho más que dos diamantes de un quilate. Los diamantes realmente muy grandes y con buen color, claridad y corte son muy raros y por lo mismo pueden llegar a costar varios millones de dólares. Por lo difícil de encontrar diamantes grandes después de un quilate uno paga un excedente por el incremento en el tamaño de este. Por ejemplo, un diamante de .95 quilates cuesta un poco más que uno de .90 quilates, pero uno de 1 quilate cuesta una cantidad considerablemente mayor que uno de .95 quilates. Debido a que los diamantes que son cortados en forma de brillante siguen medidas estándares, uno puede estimar el peso en quilates de un diamante basados en el diámetro de la piedra. La siguiente tabla compara los tamaños relativos de los diamantes y señala cuanto un diamante con corte brillante dependiendo de su tamaño debe de pesar. Cuidados de los Diamantes. Aunque los diamantes son el mineral más fuerte, de todas formas necesitan algunos cuidados para que puedan lucir bien y poder protegerlos de pérdidas o daños. Es muy recomendado darle de vez en cuando a sus diamantes una limpieza profesional. La joyería con diamantes fácilmente puede llegar a acumular polvo, maquillaje, jabón y otros materiales que pueden disminuir la brillantez y belleza de los diamantes especialmente si son usados diariamente. Trata de evitar limpiadores de ultrasonido si sus diamantes tiene alguna pequeña grieta, la vibración de estos limpiadores pueden agrandar las grietas y hacerlas visibles. Lo unico que puede rayar a un diamante es otro diamante, por lo que debe de guardar por separado su joyería de diamantes para que no se rallen unos a otros. También los diamantes pueden rayar otras piedras o materiales, especialmente los materiales muy suaves como las perlas. A pesar de que los diamantes son muy duros y difícilmente se pueden romper. Lo más grave que le puede pasar a un diamante es perderlo, así que cuando lleve sus joyas a limpiar con los expertos, pídales que le den una revisada a la montadura, para ver si esta sigue siendo segura para su diamante. Si el diamante pareciera que tiene juego o se mueve, inmediatamente guarde su joya y llévela a reparación. Otra recomendación, jamás vaya a montar un diamante en oro de 24k, porque este es muy flexible y el diamante se podría caer con cualquier golpe.>